domingo, 18 de abril de 2010

La mentira en la infancia.

¿Qué persona no ha mentido alguna vez?
A la mayoría de educadores y padres les preocupa que los niños mientan, sin embargo la preocupación ha de recaer en por qué el niño miente y qué estrategias se pueden llevar a cabo para evitarlo.

Se entiende por mentira a aquella falsificación deliberada con intención de engañar, es decir, con el fin de inducir a error al prójimo. El niño, que en ocaiones miente por imitación, o una distorsión de la realidad y no lo hace por el simple hecho de engañar, no puede considerarse como un mentiroso, en ese caso los psicólogos consideran que hasta los 6 o 7 años el niño dice "pseudomentiras".

Muchas veces el motivo de estas mentiras puede ser la simple imaginación del niño, donde confunde lo real con lo imaginario.

También existen las mentiras sociales. Es un grupo amplio que se centra en las relaciones entre el niño y su medio. Dentro de este grupo destacaremos algunas:

- Mentiras fantásticas.

- Mentiras imitativas.

- Mentiras de convención. (Son aquellas que el pequeño percibe de sus mayores en determinadas situacioens, sirven para evitar tareas desagradables desviando la responsabilidad a otros. Ej: Mañana no puedo quedar contigo, ya tengo otro compromiso, otro día...)

- Mentiras de exageración.

- Mentiras defensivas.

- Mentiras para llamar la atención.

- Mentiras vengativas.

- Mentiras compensadoras. (Surge cuando el niño inventa ciertos éxitos para ganar la admiración y el elogio de sus mayores).

Finalmente cabe decir que todos este tipos de mentiras pueden llevar a la mentira patológica, es decir, a aquel tipo de mentira que se entiende como la falsificación deliberada sin ventaja discernible. Es por eso de gran importancia regular las mentiras durante la infancia para que no persistan durante la adolescencia y se conviertan en una patología.

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